A menudo nuestros clientes tienen dilemas y cuestionamientos antes de acudir a contratar un servicio de consultoría, en ocasiones sienten que pueden dar la percepción de que buscan a un asesor externo porque no pueden manejar, dirigir o coordinar proyectos dentro de su propio negocio o industria.
La realidad es que nadie conoce una empresa o negocio como las personas que trabajan dentro de ella, aquellos que día a día sacan adelante el programa de producción, atienden a los clientes, contratan personal, compran suministros, administran la operación, etc.
El objetivo de un consultor o asesor principalmente será:
- Ofrecer estrategias para cumplir con los resultados deseados
- Basarse en metodologías, filosofías, experiencias previas, estudios especializados para acompañar el proyecto
- Mapear una ruta o plan de acción para poder llegar a la meta
- Brindar apoyo para el logro de objetivos, asesorar a los miembros del equipo, motivar al cambio, coordinar las actividades y su cumplimiento e impulsar a los empleados al cambio y a la mejora
- Medir los resultados de los avances
Por lo tanto, lejos de que una consultoría te diga “cómo manejar tu negocio”, brindará ese pequeño impulso que te falta para lograr los objetivos. Es normal no ser experto en todas las áreas, es por eso que existe el dicho “zapatero a sus zapatos”, si tu te encargas de dirigir el negocio, permite a una consultoría a orientarte en aquello que tienes duda o requieres apoyo, lograras tus objetivos en un menor tiempo y con mejores resultados que si deciden hacerlo por su propia cuenta. No dudamos que tu equipo sea prometedor y pueda lograr los objetivos planteados, pero un consultor puede ayudarte a potencializarlos.