En un equipo de trabajo existen muchos factores que pueden impedir poder trabajar en conjunto para sacar adelante algun proyecto o meta que se tenga estipulada; como puede ser la falta de comunicación o la falta de integración entre ellos.
Es por eso que vale la pena preguntarse, ¿Qué es lo que hace que un equipo se convierta en un GRAN EQUIPO?
Para saber lo que un gran equipo tiene, debemos centrarnos en éstas tres cosas:
- Diversidad intelectual
- Seguridad psicológica
- Propósito
DIVERSIDAD INTELECTUAL
Muchas veces podemos referirnos a “diversidad” con diversidad cultural, racial o de género. Pero en este caso la diversidad intelectual (de pensamiento) resulta ser algo esencial para que un equipo pueda ser grande.
Esto lejos de ser solo opiniones y comentarios múltiples en un grupo, se convierte en la inspiración para la resolución de problemas. Sucede que cuando un grupo que unimos para trabajar en la solución de un problema viene de la misma cultura, raza o misma educación y formación, muchas veces tienden a decir las mismas respuestas o similares para solucionarlo.
En este caso como ya lo mencionamos, la razon por la cual se conforma un equipo de trabajo es para solucionar algun problema o dificultad que se tenga en la empresa, es por eso que, al momento de tener una diversidad de pensamiento, otras formaciones educativas y otras culturas, ésta gama de opciones llega a ser mucho mayor y mas variada para poder hallar alguna solución viable y al mismo tiempo aprender técnicas nuevas.
La diversidad es una pieza fundamental para lograr tener un gran equipo, mas no es la única.
SEGURIDAD PSICOLOGICA
Ya hablamos acerca de la diversidad intelectual y lo que esto provee a un equipo acerca de las ideas, pero ¿Qué sentido tiene tener tantas ideas si nadie podrá decirlas por miedo a ser juzgados o criticados de mala manera?
De esto se encarga la seguridad psicológica, el poder decir tus ideas de manera abierta y para eso se necesita ser seguro de sí mismo y sentirse parte del equipo sin miedo a que otras voces te digan opiniones y al igual poder decir las tuyas.
En una investigación llevada a cabo en la universidad de Harvard pusieron a prueba un hospital ante este tipo de factor para tener un gran equipo, cada piso contaba con su propia jefa la cual lideraba todo el piso correspondiente. No llevo mucho tiempo darse cuenta qué pisos eran los que trabajaban mejor y cuales no, y se dieron cuenta que fue gracias a la seguridad psicológica que la jefa de planta tenía, que podía transmitir el mensaje a su personal a cargo, lo cual ocasionaba que pudieran admitir sus errores en dado caso de que sucedieran, el poder hablar las cosas con todo el equipo ayudo bastante a que pudieran tener un mayor desempeño en el piso. Solo podemos sentir esa seguridad psicológica cuando sentimos que contribuimos de todo corazón sin ser ignorados o criticados, solo así podemos asumir riesgos y aceptar nuestros errores.
La diversidad intelectual y la seguridad psicológica van de la mano siempre.
TENER UN PROPOSITO POR EL QUE VALE LA PENA LUCHAR
Por mas de 4 décadas hemos sabido que la misión y visión compartida es la que le da rendimiento a un equipo. Pero muchas veces la misión y visión llegan a ser tan poco precisas que lo único que ocasiona es que para los grupos sea muy dificil interiorizarla y volverla parte de su vida cotidiana. Por este motivo es que muchos equipos no “conectan” y no trabajan por un objetivo superior en común.
Para este punto debemos entender que los grandes equipos no les basta con tener una meta con la cual trabajar, sino que necesitan una meta por la cual luchar. Cuando hablamos de una meta por la cual luchar nos referimos de elevar las apuestas, es decir, poner mas cosas en juego y beneficio, y por ende se eleva el propósito de un futuro por el que la gente esta trabajando, a un futuro por el que estan luchando. Cuando elevamos ésto suceden dos cosas interesantes:
- Lo primero que sucede al momento de hacer esto es que las metas que se estipularon dejan de ser una meta y se transforman en algo sagrado, el trabajo que ejercen diario se transforma en algo necesario para defender esos valores y lograr esa meta sagrada.
- Y lo segundo es que adquieren un sentido más fuerte de identidad en el grupo, un sentido de pertenencia. La lucha misma es la que hace a los luchadores, y como consecuencia lo que se hace es trabajar tanto como para ellos como para el equipo.
Es muy rara la vez que estos tres factores se encuentren cuando formamos equipos por primera vez, para esto se requiere liderazgo, tiempo y comunicación de parte de todos.